Reingeniería profunda en AFPs

 Por German Alarco Tosoni


El MEF acaba de presentar una propuesta de Ley al Congreso para la reforma del Sistema Privado de Pensiones (SPP). Esta incluye algunos elementos interesantes como la incorporación de un segmento de los trabajadores independientes, la modalidad de subasta de cuentas individuales, el inicio del proceso de cobro de comisiones por saldo, la centralización de determinados procesos operativos, la responsabilidad fiduciaria de las administradoras de fondos de pensiones privados (AFPs), los procesos de licitación interna de los Seguros, entre otros.
 Un primer tema a comentar es que el objetivo último de la reforma del SPP debe ser lograr más y mejores pensiones de jubilación, invalidez y sobrevivencia. Todo lo demás es instrumental o un medio. Ahora tenemos problemas serios, ya que solo el 16% de la población económicamente activa aporta periódicamente al sistema y la pensión promedio es alrededor a mil soles mensuales. En la propuesta no se menciona la necesidad de contar con pensiones mínimas (apoyadas por el gobierno), la posibilidad que el aportante elija la compañía de Seguros y la alusión a una rentabilidad mínima es marginal (derivándose a un futuro decreto supremo). Asimismo, se omite todo lo relativo a la cartera de inversiones, que desafortunadamente pareciera va en la dirección que los fondos (ahorro nacional) se puedan colocar totalmente en el exterior. Tampoco esta propuesta se acompaña de otra para fortalecer el sistema público de la ONP.

La subasta de cuentas parece insuficiente para introducir más competencia al SPP. La mejor opción es que los fondos de pensiones puedan ser operados por todas las instituciones financieras autorizadas en el país. En EE.UU. cada banco posee una o varias opciones de fondos de pensiones privados. No se requiere de AFPs específicas ya que los avances en los sistemas informáticos permiten una operación y supervisión ad-hoc. Las AFPs podrían ser absorbidas por sus bancos respectivos y competirían con las otras instituciones financieras del país, generando mejores rendimientos y economías de escala. Complementariamente, debería exigírseles que tengan la mayor rentabilidad respecto de los equivalentes ofrecidos por cada institución financiera, bajo los niveles de riesgo que corresponda.

Actualmente, las cuatro AFPs generan ganancias extraordinarias para sus accionistas y rendimientos inciertos para los aportantes. Con información oficial al 2011, manteniendo un retorno sobre el patrimonio antes de utilidades de 25% (equivalente al estándar de la Bolsa de Valores de Lima), las comisiones de las AFPs deberían reducirse de 1.2% al 1.06% expresada sobre los saldos de los fondos. Si este ajuste se acompaña también de la disminución de los gastos administrativos y de ventas de 20%, las comisiones sobre el saldo deberían caer al 0.9% anual en beneficio de los usuarios del sistema.

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