Oportunidad tributaria
Por German Alarco Tosoni
Los recientes resultados electorales europeos abren algunos espacios para modificar la política económica en nuestros países. Uno de estos campos es el de la política tributaria, tanto por el lado de los impuestos a la renta, las contribuciones sociales y la posibilidad de implementar un impuesto a las transacciones financieras internacionales-impuesto Tobin.
Se esperaría que con las nuevas autoridades, el ajuste de los desequilibrios fiscales y de los excesivos niveles de deuda se realice a través de nuevos impuestos y menos a través de la simple reducción de los niveles de gasto público que conducen a una mayor recesión.
Las modificaciones del impuesto a la renta para los estratos de más altos ingresos pueden realizarse tanto a nivel de las personas jurídicas como de las personas naturales. La información internacional de la OCDE reflejaría que hay espacio en el Perú para elevar los impuestos a las personas, mientras que las tasas son más homogéneas en el caso de los impuestos corporativos. La ventaja de los impuestos directos sobre los indirectos es que no afectan el nivel de actividad económica, mientras que los indirectos promueven el aumento de los precios. Asimismo, son más útiles para redistribuir ingresos y sólo excepcionalmente podrían tener algún impacto negativo sobre la inversión privada.
Mientras la tasa impositiva del 30% se aplica sobre los ingresos superiores a los S/. 197,100 en el Perú, la mayoría de los países desarrollados tienen tasas superiores, a excepción de la República Checa, Estonia, Dinamarca, Eslovaquia, España y Noruega. Austria, Bélgica y Reino Unido aplican tasas marginales del 50% para los ingresos superiores a 180,000 euros, 34,300 euros y 150,000 libras esterlinas respectivamente. Luego hay un segundo grupo entre 40 y 45% donde están Alemania, Francia, Grecia, Japón, Israel, Italia, Portugal, entre otros. Se debe destacar que Chile aplica una tasa marginal del 40% sobre 68 millones de pesos (USS 137,700). EE.UU y Nueva Zelanda tienen tasas del 35% y 35.5% respectivamente superiores a la peruana. Estas tasas no incorporan las que aplican los gobiernos sub nacionales.
Es correcto que se haya retrocedido en el intento de elevar la recaudación tributaria del impuesto a la renta que afectaría a los estratos de ingresos bajos y medios en el Perú (al reducir las deducciones de 7 a 4 UIT). De acuerdo a la evidencia internacional hay espacio para elevar las tasas del impuesto a la renta para las personas naturales de más altos ingresos, con esquemas verdaderamente progresivos. Con las nuevas políticas que implanten en Europa se abren mejores oportunidades. No se debe olvidar que este tipo de impuestos son en esencia redistributivos y contribuirían a reducir algo las brechas de ingresos entre los peruanos.
Los recientes resultados electorales europeos abren algunos espacios para modificar la política económica en nuestros países. Uno de estos campos es el de la política tributaria, tanto por el lado de los impuestos a la renta, las contribuciones sociales y la posibilidad de implementar un impuesto a las transacciones financieras internacionales-impuesto Tobin.
Se esperaría que con las nuevas autoridades, el ajuste de los desequilibrios fiscales y de los excesivos niveles de deuda se realice a través de nuevos impuestos y menos a través de la simple reducción de los niveles de gasto público que conducen a una mayor recesión.
Las modificaciones del impuesto a la renta para los estratos de más altos ingresos pueden realizarse tanto a nivel de las personas jurídicas como de las personas naturales. La información internacional de la OCDE reflejaría que hay espacio en el Perú para elevar los impuestos a las personas, mientras que las tasas son más homogéneas en el caso de los impuestos corporativos. La ventaja de los impuestos directos sobre los indirectos es que no afectan el nivel de actividad económica, mientras que los indirectos promueven el aumento de los precios. Asimismo, son más útiles para redistribuir ingresos y sólo excepcionalmente podrían tener algún impacto negativo sobre la inversión privada.
Mientras la tasa impositiva del 30% se aplica sobre los ingresos superiores a los S/. 197,100 en el Perú, la mayoría de los países desarrollados tienen tasas superiores, a excepción de la República Checa, Estonia, Dinamarca, Eslovaquia, España y Noruega. Austria, Bélgica y Reino Unido aplican tasas marginales del 50% para los ingresos superiores a 180,000 euros, 34,300 euros y 150,000 libras esterlinas respectivamente. Luego hay un segundo grupo entre 40 y 45% donde están Alemania, Francia, Grecia, Japón, Israel, Italia, Portugal, entre otros. Se debe destacar que Chile aplica una tasa marginal del 40% sobre 68 millones de pesos (USS 137,700). EE.UU y Nueva Zelanda tienen tasas del 35% y 35.5% respectivamente superiores a la peruana. Estas tasas no incorporan las que aplican los gobiernos sub nacionales.
Es correcto que se haya retrocedido en el intento de elevar la recaudación tributaria del impuesto a la renta que afectaría a los estratos de ingresos bajos y medios en el Perú (al reducir las deducciones de 7 a 4 UIT). De acuerdo a la evidencia internacional hay espacio para elevar las tasas del impuesto a la renta para las personas naturales de más altos ingresos, con esquemas verdaderamente progresivos. Con las nuevas políticas que implanten en Europa se abren mejores oportunidades. No se debe olvidar que este tipo de impuestos son en esencia redistributivos y contribuirían a reducir algo las brechas de ingresos entre los peruanos.
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