El desequilibrio físico-social de las naciones
Por Oswaldo de Rivero
¿Qué es lo que hace, en último análisis, que un gran asentamiento humano sea viable? Si uno pasa revista a la historia de las civilizaciones llegará a la conclusión de que todas ellas han sobrevivido manteniendo suficiente agua, alimentos y energía para sus poblaciones. Cuando no lo lograron se precipitaron en lo que yo llamo, en mi obra El Mito del Desarrollo, un “desequilibrio físico-social”, entre estos recursos vitales y su población, que causó largas turbulencias sociopolíticas y finalmente el colapso del estado y de la vida civilizada.
Esto es válido hasta ahora. Y lo peor es que hoy el desequilibrio físico-social de muchos países llamados “en desarrollo” está creciendo peligrosamente debido a su imparable urbanización y al cambio climático que origina sequías persistentes y derretimiento de los glaciales que afectarán el acceso al agua y a los alimentos.
Según la ONU, hoy existen 2 mil millones de personas con escasez de agua y en el 2015, cuando el 70% de la población mundial sea urbana, las 2/3 partes de ella sufrirá escasez.
También, los estudios sobre urbanización global anuncian que las primeras megalópolis que sufrirán graves problemas de insalubridad y también de ingobernabilidad, por escasez de agua, serán las ubicadas en las zonas áridas del mundo como las del Perú y las de los países árabes.
Como hasta ahora no se ha inventado nada que sustituya al agua para producir alimentos, la escasez de agua en el mundo significará alimentos cada vez más caros y escasos. Después del 2003, según la FAO, los precios de éstos han subido un 75%. Los países más afectados con esta tendencia global son y serán los países que hoy no tienen seguridad alimentaria, entre ellos, también el Perú y los países árabes.
En cuanto a la energía, el petróleo será por muchos años la energía indispensable para mover el mundo. Todavía no existe una sola energía renovable, ni una combinación de ellas, capaces de reemplazar los 100 millones de barriles diarios que necesita la economía global para producir anualmente 64 trillones de dólares de bienes y servicios.
Debido a su gran demanda, la Agencia Internacional de la energía señala que el precio del petróleo será cada vez más caro en el futuro y que podrán producirse crisis energéticas nacionales. Según el Banco mundial, 2,500 millones ya no tienen acceso adecuado al petróleo y sus energías derivadas. Según la ONU, un buen número de países “en desarrollo” no logra hasta ahora seguridad energética, entre los cuales se encuentra el Perú.
En el 2030, la población de los llamados países “en desarrollo” pasará los 6,600 millones y será casi totalmente urbana. Salvo que exista un aumento sin precedentes de la disponibilidad de agua, alimentos y energía y también una caída brutal, sin precedentes de la migración hacia las ciudades, una gran parte de la población urbana de estos países vivirá en desequilibrio físico-social, en ciudades con escasez de agua y energía, con alimentos caros, con cortes del fluido eléctrico, rodeada de contaminación e inestabilidad política.
La causa inicial de las protestas árabes fue precisamente el alza de los precios de los alimentos y la falta de agua. Y para mí fue una sorpresa que la edición en árabe de El Mito del Desarrollo sirviera para darle argumentos a los que protestaban.
El Perú, a pesar de su crecimiento, se encuentra hoy entre los 30 países con mayor desequilibrio físico-social en el mundo. Si no se toman medidas desde ahora, este desequilibrio será la más seria amenaza para su estabilidad política en los próximos años, y para su viabilidad como Estado, durante este siglo.
¿Qué es lo que hace, en último análisis, que un gran asentamiento humano sea viable? Si uno pasa revista a la historia de las civilizaciones llegará a la conclusión de que todas ellas han sobrevivido manteniendo suficiente agua, alimentos y energía para sus poblaciones. Cuando no lo lograron se precipitaron en lo que yo llamo, en mi obra El Mito del Desarrollo, un “desequilibrio físico-social”, entre estos recursos vitales y su población, que causó largas turbulencias sociopolíticas y finalmente el colapso del estado y de la vida civilizada.
Esto es válido hasta ahora. Y lo peor es que hoy el desequilibrio físico-social de muchos países llamados “en desarrollo” está creciendo peligrosamente debido a su imparable urbanización y al cambio climático que origina sequías persistentes y derretimiento de los glaciales que afectarán el acceso al agua y a los alimentos.
Según la ONU, hoy existen 2 mil millones de personas con escasez de agua y en el 2015, cuando el 70% de la población mundial sea urbana, las 2/3 partes de ella sufrirá escasez.
También, los estudios sobre urbanización global anuncian que las primeras megalópolis que sufrirán graves problemas de insalubridad y también de ingobernabilidad, por escasez de agua, serán las ubicadas en las zonas áridas del mundo como las del Perú y las de los países árabes.
Como hasta ahora no se ha inventado nada que sustituya al agua para producir alimentos, la escasez de agua en el mundo significará alimentos cada vez más caros y escasos. Después del 2003, según la FAO, los precios de éstos han subido un 75%. Los países más afectados con esta tendencia global son y serán los países que hoy no tienen seguridad alimentaria, entre ellos, también el Perú y los países árabes.
En cuanto a la energía, el petróleo será por muchos años la energía indispensable para mover el mundo. Todavía no existe una sola energía renovable, ni una combinación de ellas, capaces de reemplazar los 100 millones de barriles diarios que necesita la economía global para producir anualmente 64 trillones de dólares de bienes y servicios.
Debido a su gran demanda, la Agencia Internacional de la energía señala que el precio del petróleo será cada vez más caro en el futuro y que podrán producirse crisis energéticas nacionales. Según el Banco mundial, 2,500 millones ya no tienen acceso adecuado al petróleo y sus energías derivadas. Según la ONU, un buen número de países “en desarrollo” no logra hasta ahora seguridad energética, entre los cuales se encuentra el Perú.
En el 2030, la población de los llamados países “en desarrollo” pasará los 6,600 millones y será casi totalmente urbana. Salvo que exista un aumento sin precedentes de la disponibilidad de agua, alimentos y energía y también una caída brutal, sin precedentes de la migración hacia las ciudades, una gran parte de la población urbana de estos países vivirá en desequilibrio físico-social, en ciudades con escasez de agua y energía, con alimentos caros, con cortes del fluido eléctrico, rodeada de contaminación e inestabilidad política.
La causa inicial de las protestas árabes fue precisamente el alza de los precios de los alimentos y la falta de agua. Y para mí fue una sorpresa que la edición en árabe de El Mito del Desarrollo sirviera para darle argumentos a los que protestaban.
El Perú, a pesar de su crecimiento, se encuentra hoy entre los 30 países con mayor desequilibrio físico-social en el mundo. Si no se toman medidas desde ahora, este desequilibrio será la más seria amenaza para su estabilidad política en los próximos años, y para su viabilidad como Estado, durante este siglo.
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