Miradas sobre la izquierda…desde la derecha
Últimamente, se ha desarrollado un interés por estudiar a la izquierda política peruana. Con legítimo derecho, como en el fútbol, todos emiten su opinión y también consideran que tienen la verdad…si esta existe. Es decir, todos son “entrenadores” y de los buenos.
Entre los comentaristas se encuentran Historiadores, Sociólogos, Cientistas Políticos, Periodistas, etc. Hay que añadir que, como es costumbre en nuestro país, rara vez el analista menciona su filiación o su perspectiva política.
Una persona que no menciona filiación, pero sobre quien es difícil que exista alguna sospecha de izquierdismo, ha entrado a tallar. Me refiero a Rosa María Palacios con un artículo recientísimo titulado Nuestra Izquierda Conservadora. Empecemos analizando a la analista por el método que emplea.
Para ella,
a) No existen organizaciones de izquierda, sino “las izquierdas”, por supuesto, catalogadas y reconocidas…por la señora Palacios (¿por qué no las identifica?).
b) Sobre la base de recoger (¿también interpretar?) las opiniones de cualquiera de ellas, doña Rosa María arma un monigote al que denomina izquierda.
c) Golpea al monigote y se declara victoriosa.
La Sra. Palacios afirma que los “grandes cambios sociales” deberían venir de las banderas de la izquierda. Pero, de su colección no identificada de opiniones que ella ya clasificó como de izquierda, concluye que “todos son enunciados conservadores”. En su opinión, “la izquierda peruana ha acentuado su entusiasmo por el mercantilismo rentista, el estatismo…y el pesimismo ambiental“. Finalmente, dice desea que la izquierda “despierte y construya, racionalmente y con banderas que representen el progresismo perdido, los grandes cambios que la sociedad espera…”.
¡¡Doña Rosa María a la izquierda de la izquierda!!
Si no estuviera tan cercana su sesgada lectura del Plan de Gobierno que ganó las últimas elecciones y su rara fijación con palabras como “estatismo”, “expropiación”, etc., que aparecían ante sus ojos aún cuando no estaban en el texto, podríamos creerle. Pero no es así, ya la conocemos
¿Nadie analiza a la derecha?
En el Perú nadie quiere reconocerse como de derecha…ni doña Rosa María. Es seguro que nuestro país estaría mejor con una derecha menos “bruta y achorada”, pero también menos ladina, que sea capaz de ganar la conciencia y los votos de la población con propuestas propias. La experiencia con García y Humala muestra que ella no vacila en vaciar de contenido a la democracia electoral, haciendo que los que ofrecen una cosa hagan lo contrario una vez en el gobierno.
¿Y la izquierda?
Creo que no está mal. La experiencia con Humala ha permitido dar un paso gigantesco: por primera vez en la historia peruana los principales grupos de izquierda coincidieron en un programa democrático y moderno, el de La Gran Transformación, que ahora es la base común para los siguientes pasos adelante.
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