Un balance económico al primer mensaje de Humala (II)
Por Otra Mirada
Hace unos días publicamos un primer infodiario revisando el plano económico del primer discurso del Presidente Ollanta Humala. A continuación pasamos a terminar de desarrollar dicho tema.
En materia fiscal uno de los compromisos más relevantes asumido por Ollanta Humala es el incremento sustancial de la presión tributaria en el país. El actual nivel de 15% del PBI es un reducido tamaño fiscal que no permite una efectiva provisión de bienes y servicios públicos de calidad como Salud, Educación, Seguridad, Infraestructura, etc; provisión que es competencia directa del Estado. En ese sentido, uno de los temas centrales en el discurso de Ollanta Humala fue la ratificación de una mayor presión tributaria en el sector minero respetando los contratos y en base a la negociación de las partes.
Si bien es cierto que hoy en día predomina una limitada capacidad de gasto en el Estado, ésta no puede servir de ninguna forma como excusa para que el Estado renuncie a su legítimo derecho a proponer una mayor tributación en este sector. Es más, hoy ya existe cierto nivel de consenso en torno al tema, incluso por parte de representantes de las empresas mineras. La discusión a fondo ahora debe ceñirse a cómo incrementar esta presión sin afectar la competitividad del sector. Pero ha quedado claro que con este Gobierno se pone fin a los famosos óbolos mineros. Se cerró el ciclo de los obsequios o dádivas, en adelante y basado en un proceso de negociación las mineras pasaran a asumir mayores obligaciones con el Estado.
Otro de los temas relevantes que abordó Humala durante su discurso ha sido la priorización del Lote 88 para el consumo interno. Ojo priorización que establece la legislación vigente. En ese sentido, fue anunciada la ejecución de una política de masificación del gas natural en el país. Para el caso de Lima se ha planteado la meta de unas 400 mil conexiones en cinco años. Esta masificación es sumamente relevante porque permitiría el acceso a los peruanos de un recurso energético que además de barato, no es contaminante. Esto conllevaría no solo a una reducción en el costo de vida de los ciudadanos, sino también a un conjunto de consecuencias positivas para la sociedad en su conjunto.
Pero el discurso no se quedo allí y ha tocado el tema de fondo planteando la diversificación de la matriz energética a favor del gas y las energías renovables; así como el impulso al desarrollo de la industria petroquímica. Este conjunto de anuncios tiene una clara correspondencia con lo expuesto por Humala durante la campaña electoral y se inscribe dentro de los Lineamientos Centrales de Política Económica.
Con respecto a la puesta en práctica de esta propuesta, Humala ha designado a Carlos Herrera Descalzi como titular del Ministerio de Energía y Minas quién colaboró en la formulación de los Lineamientos; él es un especialista que ya fue ministro en esta cartera, pero sobre todo está en total acuerdo respecto a la aplicación no solo en la propuesta energética, sino también con la de una mayor presión tributaria minera.
Veremos en los meses venideros si es que el discurso se queda en letra muerta o si pasa a ser una realidad. La pelota está en la cancha de Ollanta Humala y su Gabinete.
Hace unos días publicamos un primer infodiario revisando el plano económico del primer discurso del Presidente Ollanta Humala. A continuación pasamos a terminar de desarrollar dicho tema.
En materia fiscal uno de los compromisos más relevantes asumido por Ollanta Humala es el incremento sustancial de la presión tributaria en el país. El actual nivel de 15% del PBI es un reducido tamaño fiscal que no permite una efectiva provisión de bienes y servicios públicos de calidad como Salud, Educación, Seguridad, Infraestructura, etc; provisión que es competencia directa del Estado. En ese sentido, uno de los temas centrales en el discurso de Ollanta Humala fue la ratificación de una mayor presión tributaria en el sector minero respetando los contratos y en base a la negociación de las partes.
Si bien es cierto que hoy en día predomina una limitada capacidad de gasto en el Estado, ésta no puede servir de ninguna forma como excusa para que el Estado renuncie a su legítimo derecho a proponer una mayor tributación en este sector. Es más, hoy ya existe cierto nivel de consenso en torno al tema, incluso por parte de representantes de las empresas mineras. La discusión a fondo ahora debe ceñirse a cómo incrementar esta presión sin afectar la competitividad del sector. Pero ha quedado claro que con este Gobierno se pone fin a los famosos óbolos mineros. Se cerró el ciclo de los obsequios o dádivas, en adelante y basado en un proceso de negociación las mineras pasaran a asumir mayores obligaciones con el Estado.Otro de los temas relevantes que abordó Humala durante su discurso ha sido la priorización del Lote 88 para el consumo interno. Ojo priorización que establece la legislación vigente. En ese sentido, fue anunciada la ejecución de una política de masificación del gas natural en el país. Para el caso de Lima se ha planteado la meta de unas 400 mil conexiones en cinco años. Esta masificación es sumamente relevante porque permitiría el acceso a los peruanos de un recurso energético que además de barato, no es contaminante. Esto conllevaría no solo a una reducción en el costo de vida de los ciudadanos, sino también a un conjunto de consecuencias positivas para la sociedad en su conjunto.
Pero el discurso no se quedo allí y ha tocado el tema de fondo planteando la diversificación de la matriz energética a favor del gas y las energías renovables; así como el impulso al desarrollo de la industria petroquímica. Este conjunto de anuncios tiene una clara correspondencia con lo expuesto por Humala durante la campaña electoral y se inscribe dentro de los Lineamientos Centrales de Política Económica.
Con respecto a la puesta en práctica de esta propuesta, Humala ha designado a Carlos Herrera Descalzi como titular del Ministerio de Energía y Minas quién colaboró en la formulación de los Lineamientos; él es un especialista que ya fue ministro en esta cartera, pero sobre todo está en total acuerdo respecto a la aplicación no solo en la propuesta energética, sino también con la de una mayor presión tributaria minera.
Veremos en los meses venideros si es que el discurso se queda en letra muerta o si pasa a ser una realidad. La pelota está en la cancha de Ollanta Humala y su Gabinete.
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