Los proyectos mineros que resucitan
Por Jose de Echave
Primero fue el Cerro Quilish. Funcionarios de la transnacional Newmont anunciaron a un grupo de inversionistas en Nueva York que estaban retomando el proyecto minero del Cerro Quilish en el Perú. Hasta se animaron a dar fechas: el proyecto entraría en explotación el 2016.
Los ejecutivos de Newmont/Yanacocha aparentemente se olvidaron que estamos en la era de las comunicaciones y lo que se dice en Nueva York también llega a Cajamarca. Luego han salido a desmentir y han señalado que no dijeron lo que dijeron y que el proyecto sólo se hará si hay un acuerdo con las comunidades.
Otro proyecto resucitado es el de Tambogrande. Nada menos. Una nota periodística señala que Proinversión habría solicitado a Activos Mineros (la empresa que administra los proyectos del Estado) el expediente y demás documentos del proyecto que se ubica en Piura para comenzar su promoción.
Como se recuerda, en Tambogrande se realizó LA PRIMERA consulta ciudadana sobre un proyecto minero en América Latina el año 2002 que confirmó el rechazo de la población a que haya minería en la zona. Sobre Tambogrande se ha hablado bastante en todos estos años, generando confusión y desinformación. Por ejemplo, se sigue diciendo que Tambogrande está lleno de mineros artesanales cuando en realidad estos se ubican sobre todo en los distritos de Suyo y Las Lomas.
Finalmente, otro caso es el de la Cordillera del Cóndor en los territorios de los Awajun Huampuis. Las actividades de Minera Afrodita/Dorato, que en algún momento fueron paralizadas por el Ministerio de energía y Minas, han retomado e incluso han presentado el Estudio de Impacto Ambiental. Se vive una situación de mucha tensión en la zona: un grupo de trabajadores de la empresa fueron retenidos por la comunidad y posteriormente liberados. Cabe señalar que esta zona fue uno de los epicentros de movilización hacia Bagua el año 2009.
La pregunta que debemos hacernos es qué lecciones hemos sacado de todos estos casos. ¿Cuánto hemos aprendido a partir de estos conflictos? ¿Qué correcciones se han hecho en la política minera y qué falta? ¿Sólo se trata de esperar unos años e intentarlo de nuevo? ¿Lo mismo sucederá con Tía María? Temas para reflexionar y aspectos claves que esperamos sean abordados en la segunda vuelta.
Primero fue el Cerro Quilish. Funcionarios de la transnacional Newmont anunciaron a un grupo de inversionistas en Nueva York que estaban retomando el proyecto minero del Cerro Quilish en el Perú. Hasta se animaron a dar fechas: el proyecto entraría en explotación el 2016.
Los ejecutivos de Newmont/Yanacocha aparentemente se olvidaron que estamos en la era de las comunicaciones y lo que se dice en Nueva York también llega a Cajamarca. Luego han salido a desmentir y han señalado que no dijeron lo que dijeron y que el proyecto sólo se hará si hay un acuerdo con las comunidades.
Otro proyecto resucitado es el de Tambogrande. Nada menos. Una nota periodística señala que Proinversión habría solicitado a Activos Mineros (la empresa que administra los proyectos del Estado) el expediente y demás documentos del proyecto que se ubica en Piura para comenzar su promoción.
Como se recuerda, en Tambogrande se realizó LA PRIMERA consulta ciudadana sobre un proyecto minero en América Latina el año 2002 que confirmó el rechazo de la población a que haya minería en la zona. Sobre Tambogrande se ha hablado bastante en todos estos años, generando confusión y desinformación. Por ejemplo, se sigue diciendo que Tambogrande está lleno de mineros artesanales cuando en realidad estos se ubican sobre todo en los distritos de Suyo y Las Lomas.
Finalmente, otro caso es el de la Cordillera del Cóndor en los territorios de los Awajun Huampuis. Las actividades de Minera Afrodita/Dorato, que en algún momento fueron paralizadas por el Ministerio de energía y Minas, han retomado e incluso han presentado el Estudio de Impacto Ambiental. Se vive una situación de mucha tensión en la zona: un grupo de trabajadores de la empresa fueron retenidos por la comunidad y posteriormente liberados. Cabe señalar que esta zona fue uno de los epicentros de movilización hacia Bagua el año 2009.
La pregunta que debemos hacernos es qué lecciones hemos sacado de todos estos casos. ¿Cuánto hemos aprendido a partir de estos conflictos? ¿Qué correcciones se han hecho en la política minera y qué falta? ¿Sólo se trata de esperar unos años e intentarlo de nuevo? ¿Lo mismo sucederá con Tía María? Temas para reflexionar y aspectos claves que esperamos sean abordados en la segunda vuelta.
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