El incentivo a la demanda para masificar el gas natural
Por Humberto Campodonico
Todos sabemos que el gas de Camisea es un sustituto del petróleo caro importado, motivo por el cual es indispensable un Plan de Masificación de su consumo. Veamos algunas equivalencias entre los precios de los combustibles que se extraen del petróleo y de sus sustitutos con el gas de Camisea.
Con respecto a los vehículos, hemos tomado el precio de la gasolina 90, el GLP vehicular y el Gas Natural Vehicular (GNV de Camisea). En la Columna 1 vemos los precios (incluido el IGV) en sus diferentes unidades de venta. En la columna 2 vemos cuál es el poder calorífico de cada uno de ellos (lo que se mide en unidades BTU) con el fin de poder compararlos.
En la columna 3 (que va a interesar más a la mayoría de lectores) tenemos los precios de los 3 combustibles, expresados todos en soles por millones de BTU (MMBTU). Se aprecia que el GNV de Camisea cuesta S/. 37.72, mientras que el GLP para vehículos cuesta S/. 62.72 y la gasolina cuesta nada menos que S/. 105.62.
Así, el GLP y la gasolina 90 son 66% y 180% más caros que el GNV de Camisea. Increíble, ¿no?
Veamos ahora el Gas Natural Residencial (que viene de Camisea) y los balones de GLP que consumen los hogares. Vemos en la columna 3 que el GN Residencial cuesta 22.55 soles mientras que el GLP de balones (que es el que más se consume hoy) cuesta S/. 78.4/BTU, es decir que es 248% más caro.
Si este cálculo lo llevamos a los precios actuales del balón de 10 kilos, su precio podría bajar de 35 a 15 soles, si los hogares pudieran acceder al gas de Camisea en sus hogares.
Pero, ojo, este cálculo del gas natural residencial de Camisea de S/. 22.55 no incluye el costo de las redes de tuberías que se tienen que poner en la ciudad ni, tampoco, el costo de instalación en los domicilios. Eso quiere decir que su costo es en realidad más alto.
Es aquí donde entra un criterio de política energética. Si ya hubo una política de incentivo a la oferta para esta industria naciente, ¿por qué no debería haber una política de incentivo a la demanda?
Expliquémonos. Para que Camisea fuera rentable el gobierno promulgó leyes especiales: a) para que los aranceles se paguen en 7 años y no en uno; b) se alargó el periodo de arrastre de pérdidas de 4 a 8 años; c) se otorgó la devolución anticipada del IGV; d) se otorgó la Garantía de Red Principal (todos la pagamos en las tarifas eléctricas) para hacer rentable el gasoducto Camisea-Lima; e) Electroperú le otorgó a Camisea una garantía de consumo mínimo sí o sí para asegurar sus ingresos.
Lo que hace falta ahora es un incentivo a la demanda para masificar el consumo del gas. Esta existe para los automovilistas de Lima (a través de Cofide) pero no para los domicilios, lo que es el reto de hoy. No solo eso. Urge además construir el gasoducto surandino para tener energía industrial en la macrorregión (ahora que estamos conectados a Brasil), tener todo el tráfico automotor a GNV y, también, gas domiciliario para la cocina, agua caliente y calefacción.
Eso es Camisea para el Perú: sustituto del petróleo caro y gas para todos a bajos precios. No permitamos que se exporte a México a precio vil. Por el contrario, incentivemos la demanda.
Todos sabemos que el gas de Camisea es un sustituto del petróleo caro importado, motivo por el cual es indispensable un Plan de Masificación de su consumo. Veamos algunas equivalencias entre los precios de los combustibles que se extraen del petróleo y de sus sustitutos con el gas de Camisea.
Con respecto a los vehículos, hemos tomado el precio de la gasolina 90, el GLP vehicular y el Gas Natural Vehicular (GNV de Camisea). En la Columna 1 vemos los precios (incluido el IGV) en sus diferentes unidades de venta. En la columna 2 vemos cuál es el poder calorífico de cada uno de ellos (lo que se mide en unidades BTU) con el fin de poder compararlos.
En la columna 3 (que va a interesar más a la mayoría de lectores) tenemos los precios de los 3 combustibles, expresados todos en soles por millones de BTU (MMBTU). Se aprecia que el GNV de Camisea cuesta S/. 37.72, mientras que el GLP para vehículos cuesta S/. 62.72 y la gasolina cuesta nada menos que S/. 105.62.
Así, el GLP y la gasolina 90 son 66% y 180% más caros que el GNV de Camisea. Increíble, ¿no?
Veamos ahora el Gas Natural Residencial (que viene de Camisea) y los balones de GLP que consumen los hogares. Vemos en la columna 3 que el GN Residencial cuesta 22.55 soles mientras que el GLP de balones (que es el que más se consume hoy) cuesta S/. 78.4/BTU, es decir que es 248% más caro.
Si este cálculo lo llevamos a los precios actuales del balón de 10 kilos, su precio podría bajar de 35 a 15 soles, si los hogares pudieran acceder al gas de Camisea en sus hogares.
Pero, ojo, este cálculo del gas natural residencial de Camisea de S/. 22.55 no incluye el costo de las redes de tuberías que se tienen que poner en la ciudad ni, tampoco, el costo de instalación en los domicilios. Eso quiere decir que su costo es en realidad más alto.
Es aquí donde entra un criterio de política energética. Si ya hubo una política de incentivo a la oferta para esta industria naciente, ¿por qué no debería haber una política de incentivo a la demanda?
Expliquémonos. Para que Camisea fuera rentable el gobierno promulgó leyes especiales: a) para que los aranceles se paguen en 7 años y no en uno; b) se alargó el periodo de arrastre de pérdidas de 4 a 8 años; c) se otorgó la devolución anticipada del IGV; d) se otorgó la Garantía de Red Principal (todos la pagamos en las tarifas eléctricas) para hacer rentable el gasoducto Camisea-Lima; e) Electroperú le otorgó a Camisea una garantía de consumo mínimo sí o sí para asegurar sus ingresos.
Lo que hace falta ahora es un incentivo a la demanda para masificar el consumo del gas. Esta existe para los automovilistas de Lima (a través de Cofide) pero no para los domicilios, lo que es el reto de hoy. No solo eso. Urge además construir el gasoducto surandino para tener energía industrial en la macrorregión (ahora que estamos conectados a Brasil), tener todo el tráfico automotor a GNV y, también, gas domiciliario para la cocina, agua caliente y calefacción.
Eso es Camisea para el Perú: sustituto del petróleo caro y gas para todos a bajos precios. No permitamos que se exporte a México a precio vil. Por el contrario, incentivemos la demanda.
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