Agua para Todos: De promesa electoral a fracaso gubernamental
En las actuales circunstancias electorales, conviene recordar las promesas electorales que el presidente García hizo cuando era candidato. Entre ellas, estaba la promesa de permitir el acceso de agua a todos los hogares de nuestro país, lo cual constituye seguramente una de las deficiencias más importantes de los servicios públicos del Perú.
Como es frecuente en nuestro Presidente, generar información falsa con aire de solemnidad es un ritual permanente, que en materia de estadística empezó cuando señaló que el Censo de Población de 2005 era una “estafa” porque había omitido millones de peruanos, y cuando se despilfarró el dinero del presupuesto público en hacer un nuevo censo en 2007, se encontró que la diferencia entre ambos era menor al 1%.
En materia de acceso al agua, conviene precisar que de por sí todos los hogares tienen manera de obtener agua para beber, para cocinar y para la higiene. Los avisos pagados por el gobierno con el título de “Agua para Todos” siempre muestran el número de hogares que tienen acceso a agua potable a través de la red pública, dentro o fuera de la vivienda; siendo la definición operativa con la que se analizará el cumplimiento de la promesa.
En la tabla adjunta, tenemos la realidad nacional en materia de acceso a agua potable a través de la red pública en el segundo trimestre de 2006, exactamente antes de que empiece la presente gestión presidencial, y la información más reciente disponible en esta materia que corresponde al tercer trimestre del año pasado, para tres dominios de análisis: 1) la capital de la república, 2) el resto de ciudades del país, y 3) el íntegro del área rural. El programa de cómputo para elaborar esta tabla está disponible en www.29x55.com
Es importante recordar, que el presidente García al atacar el Censo de Población de 2005 denominándolo “estafa”, su objetivo central era la cancelación del Censo Continuo, porque este obtenía información socioeconómica de las 195 provincias del Perú, y por supuesto entre ellas el acceso a agua potable a través de la red pública, y de haberse continuado la labor empezada en 2006, sería posible mostrar una tabla similar, pero con el detalle de provincia por provincia.
Pero pese a la carencia de información estadística detallada, es posible concluir que la promesa electoral de “Agua para Todos” ha sido un fracaso a nivel nacional, porque ni en Lima se ha alcanzado una tasa del 100% ni tampoco mayor al 90% (equivalente a que 9 de cada 10 personas tienen agua), en las ciudades de provincia la situación es prácticamente similar, pero en el área rural el fracaso es flagrante porque el único progreso visible es que antes era 1 persona de cada 4 que tenía agua, y ahora es de 1 persona de cada 3.
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