Cuidado con la Disparada del Crédito
En estos últimos años una experiencia cada vez más común para muchos peruanos es el continuo llamado a nuestros domicilios y trabajos, de distintas instituciones financieras e incluso casas comerciales, avisándonos que tenemos una tarjeta de crédito disponible o, si ya contábamos con esta tarjeta, nos dicen que nuestra línea de crédito se ha extendido…..…sin que lo hayamos pedido, también es profusa las precalificaciones para invitarnos a tomar préstamos hipotecarios. En general, ¿Una cada vez mas amplia magnitud de crédito será en principio siempre bueno sin importar sus dimensiones? Independientemente de ser calificado otra vez como aguafiestas y ahora por algunos mezquino -quizás sólo por decir la verdad sobretodo en época electoral- creo que moderar la expansión del crédito y en general de la demanda interna y del crecimiento del PBI como resultado resulta necesario, dadas las distorsiones que pueden estar generando. Veamos por qué a partir de 2 hechos.
Lo objetivo es que el crédito desde principios del 2010 muestra tasas de crecimiento cada vez mayores: En enero de dicho año, la tasa de expansión anualizada de los créditos al sector privado fue de 9% en los meses siguientes esta se fue incrementando, hasta alcanzar una tasa de crecimiento de 20.2%.al mes de noviembre ¿Que efectos principales se originan con este fuerte crecimiento del crédito?
Como todas las cosas en la vida, bueno es culantro pero no tanto. Los excesos son malos y creo que el caso de una desordenada expansión en la disponibilidad crediticia, no es la excepción al señalamiento anterior.. Si bien en principio, una mayor disponibilidad crediticia permite adelantar gasto de consumo e inversión que sin el crédito no sería posible, permitiendo que el grueso del gasto en la economía se sostenga en el tiempo, lo que a su vez induce a una mayor necesidad de producción para abastecer este gasto sostenido, posibilitando el aumento del nivel de actividad económica en el país, hasta allí todo bien. El caso es que cuando estas tasas crecen excesivamente sin mayor preocupación (con laxos controles) por las autoridades económicas, si creo que hay la necesidad de advertirlo.
Un grupo de estas distorsiones se generan en mercados donde las expectativas juegan un papel fundamental como el inmobiliario, más aun cuando el precio de mercado se aleja notablemente durante buen tiempo del precio real o fundamental (burbuja que le llaman) como parece que estaría ocurriendo, al observar que mientras que en el 2006 el precio del m2 de un departamento en Lima era de US$ 516 luego de crecer sostenidamente pasa a US% 966 en el 2010 con una perspectiva al alza. El aumento del precio de los terrenos que en algunos distritos llega al 300%, el aumento del ingreso y sobretodo del crédito dado que se adquiere principalmente via créditos hipotecarios explican lo descrito. Considérese que cuando menos en el nivel socioeconómico A no es infrecuente que adquieran más de 1 predio para la reventa o arriendo, práctica que funcionan muy bien hasta que no se pinche la burbuja en gestación pero en fin ellos especulan y que asuman su riesgo, el tema es que este pinchazo también afectará a aquellos que toman un crédito hipotecario y usan el predio para vivir en él. Si en este boom el precio de la vivienda y el crédito correspondiente digamos es de 100, al romperse la burbuja el predio pasa a valer solo 80 pero su deuda siempre estuvo y estará basada en los 100 inflados con lo cual la pérdida patrimonial es clara.
Por otro lado debo advertir que en algunos casos usar el ratio precio de venta/alquiler anual como indicativo para evaluar si hay o no una burbuja inmobiliaria es discutible puesto que ambos componentes de este ratio están diferenciadamente afectados por el impulso del crédito. Dicho sea sólo de paso este desmesurado crecimiento crediticio, valida también la efectivización de precios más altos y con ello de la fuerte suba actual en el precio de alimentos; así que morigerar la expansión crediticia es como via política económica se puede moderar expansiones de precios sin tener que establecer control directo sobre estos, como se hacía durante el primer gobierno aprista. Esta es la gran diferencia entre un cirujano y un carnicero.
Finalmente, nunca está demás ser precavido en política económica, buscar moderar la expansión del crédito se inscribe en esta línea.AUTOR : Kurt Burneo
FUENTE : ACTUALIDAD ECONOMICA DEL PERU
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