Excesos en la electricidad



Sería bueno que examine su recibo mensual por el consumo residencial de energía eléctrica y a partir de este se dará cuenta de algunas sorpresas. El primer cálculo que le sugerimos realizar es estimar la tarifa por kilowatt/hora (Kwh). Esta fue en abril de 2010 equivalente a 0.45 soles. Hasta ahí no le parecerá cara. Si la convierte a dólares americanos del mismo mes con el tipo de cambio de 2.84 soles obtendrá US$ 0.159 Kwh. Luego, al compararla con las tarifas promedio residenciales de los EE.UU. se dará cuenta que las limeñas son 45% superiores a las promedio norteamericanas de US$ 0.109 Kwh reportadas en febrero del 2010 por el EIA/DOE.

Usted paga por la energía eléctrica más que en EE.UU., mientras que el PBI por peruano (US$ 4,500) es diez veces menor que el americano. No puede ser, “lo que ocurre es que los costos de generación en el Perú son más altos que en los Estados Unidos”. La respuesta es negativa. Los sueldos y salarios locales desembolsados por la industria eléctrica son una fracción de los que se pagan a nivel internacional. Los bienes de capital son importados, con aranceles de cero por ciento y los energéticos, como el Gas Natural, se venden más barato aquí que en el exterior. Sólo el costo de capital es ligeramente más alto en el país. No mucho en verdad por tratarse de grandes empresas extranjeras.

Las mayores tarifas tienen su contraparte en márgenes de ganancias más elevados de las empresas eléctricas locales respecto de sus competidoras internacionales. En 2009, año de la crisis internacional, la razón utilidad neta después de impuestos y participación de utilidades respecto de las ventas netas de las dos principales empresas eléctricas del Perú: Luz del Sur y Edelnor según CONASEV fueron del 17.7% y 11% respectivamente. En la revista Fortune, para 2008, las mismas razones de las cuatro primeras empresas eléctricas internacionales fueron de 0.4% para State Grid de China, 5.3% de Electricité de France, 8.6% de Enel de Italia y -1.4% de Tokyo Electric Power.

Se entiende que el mercado peruano sea rentable y atractivo a la inversión internacional. Sin embargo, llama la atención que la agencia reguladora OSINERGMIN no proteja más el interés de los usuarios. Pensando positivamente, quizás las herramientas regulatorias se han sofisticado en exceso. Hay que regresar al análisis a partir de las relaciones básicas. La combinación de tarifas y rendimientos más elevados a los estándares internacionales no son una buena señal de su capacidad de regulación a favor de los consumidores.

AUTOR : Germán Alarco Tosoni , Investigador CENTRUM Católica
FUENTE : DIARIO LA PRIMERA

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