Detrás de los Números de la Macro



Tanto el Marco Macroeconómico Multianual 2011-2013 (MMM) elaborado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) como el último Reporte de Inflación de mayo elaborado por el Banco Central de Reserva (BCR), muestran auspiciosas cifras macroeconómicas para nuestro país: Para este año, crecimiento mayor al 5%, Inflación dentro del rango meta, reservas internacionales crecientes, tipo de cambio estable, entre otros datos; y ciertamente las autoridades gubernamentales actuales han buscado sacar el máximo rédito político de lo acontecido en el ámbito de las variables agregadas, ignorando que no poco de estos resultados responden a decisiones que se tomaron en administraciones anteriores; pero pareciera que los esfuerzos publicitarios gubernamentales no ayudan mucho a levantar la actual desaprobación de la gestión presidencial que ronda el 70%. ¿Es que la gente no reconoce estas buenas nuevas macroeconómicas? ¿Qué podría estar pasando?.

Un aspecto importante a considerar, es que en la percepción del ciudadano de a pie, crecer con inflación baja no es nada nuevo, considerando que la economía del Perú en los últimos 9 años ha venido experimentando ello; el tema es: ¿Por qué estas condiciones necesarias para un mayor bienestar económico de la población no son suficientes para el logro de este? Parte de la explicación reside en una reducida elasticidad empleo producto de 0.7%, considerando una tasa de crecimiento promedio de 5%, el aumento resultante se estima en alrededor de 500,000 empleos anuales; -claro que el efecto sobre el empleo año tras año dependerá también de en qué medida el crecimiento del PBI se sustenta en sectores intensivos en mano de obra- pero al final la cifra de nuevos empleos reportados anualmente es insuficiente respecto al incremento de la Población Económicamente Activa, incremento que se hace más dinámico (mayor tasa de actividad) por el aumento en la probabilidad de encontrar un puesto de trabajo al estar la economía creciendo. En cuanto a la inflación baja y estable, considérese que lo único que garantiza es que el poder adquisitivo de los ingresos no se vean mermados en términos importantes, pero la insuficiencia de ingresos permanece.

Al respecto, el poco percibido cambio en la situación socioeconómica de una parte importante de la población (en contraste con una minoría que en términos absolutos presenta mejoras importantes) a partir de un insuficiente aumento de oportunidades de generación de ingresos permanente (definido por la dinámica del empleo de calidad) es consistente con la amplia disparidad que se esconde tras los números agregados de variables socioeconómicas. Pongamos algunos ejemplos: Según el INEI, la pobreza se redujo de 44.5% en el 2006 a 34.8% en el 2009 , pero a su vez ello contrasta con el hecho que la pobreza en Huancavelica se haya mantenido por encima del 75% en similar periodo. Pero no sólo hay contrastes marcados sino también algunos malabarismos numéricos: El MEF en el MMM enfatiza que el crecimiento ha sido Pro pobre, al aumentar los ingresos de los sectores menos favorecidos en 84% frente a un aumento de 18% de los más pudientes. El “pequeño” detalle está en que se compara los ingresos 2003 versus 2009, cuando lo que debería hacerse es una comparación entre el 2006 y 2009. Indiciariamente en el periodo en mención, el coeficiente de Gini se mantuvo en alrededor de 0.47, es decir la disparidad de ingresos ha sido sustancialmente la misma. Adicionalmente los contextos sí importan para formarse una opinión integral de la gestión económica: Sesgadamente, el MMM refiere como un logro de gestión que el aumento del gasto social pase de 17, 751 millones de soles a 38,217 millones entre el 2001 y el 2009; convenientemente olvida que los recursos ordinarios del tesoro público pasaron en ese mismo periodo de un promedio mensual de 2.200 millones a 4,400 millones, debiendo además reducir un alto déficit fiscal recibido…..”pequeño” gran detalle omitido. Al final malabarismos numéricos y señalamientos fuera de contexto, son inútiles para la mejora de percepciones; quizás menos estridencia y sesgos en la presentación de los números macro y un énfasis mayor en el listado de tareas pendientes podría ser de mayor utilidad para todos.

AUTOR : Kurt Burneo ; Economista
FUENTE : ACTUALIDAD ECONOMICA DEL PERU

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