De Melchorita al “Mel-Chorazo”, Tintineante voltereta de Alan García anuncia el “faenón del gas”



El 28 de julio del 2009, en su mensaje anual, el Presidente García señaló que la exportación del Gas de Camisea había sido autorizada irregularmente al cambiarse leyes con normas de menor valor, lo que constituía un delito. El 10 de junio del 2010, sin haber hecho nada en relación a lo denunciado por el mismo, el Presidente abre el caño para dar inicio a la ilegal exportación del 47 % de las reservas estratégicas probadas del Gas de Camisea. Algún día se sabrá el porqué de esta tintineante voltereta. Lo que sí sabemos ya, sin duda, es que García sabía perfectamente que su denuncia era “algo negociable”. Y sabía, además, todo el teje y maneje del Gran Negocio del gas.

Sabía del Monopolio que los nuevos dueños del Gas y el Petróleo en el Perú (Repsol, Hunt Oil y Techint), instalaron para hacer la exportación. Ellos controlan el 52.4 % de los lotes 88 y 56, y el 53.8 % de TGP (transportadora). Perú LGN (exportación), es 70 % de Repsol y Hunt Oil, y la comercialización es 100 % de Repsol. Repsol controla el 45 % de Pluspetrol. Este trabalenguas tiene una fácil traducción: el Perú no es dueño de sus recursos

Sabía también del incumplimiento del mandato de la ley de hidrocarburos, que exige priorizar el mercado interno. Sabía que la exportación del 47 % del gas probado, sacará fuera del país 620 millones de pies cúbicos del hidrocarburo por los próximos 18 años, lo que genera desabastecimiento desde ahora, y se agravará en los próximos años. Es por esto que ha dictado medidas para hacer subastas de gas, típica acción ante el racionamiento del recurso. El racionamiento ya existe desde el inicio de la exportación, pues el consumo interno en estos momentos es de 300 millones de pies cúbicos, y el desabastecimiento crecerá exponencialmente, ya que la demanda interna proyectada en un horizonte de 2 0 años continuos está entre 10 a 13 trillones de pies cúbicos.

Sabía que el monopolio exportador, ha estado dedicado, desde el año 2000, a facilitar con irregularidades la exportación sin haber realizado trabajos de exploración para descubrir y ampliar las reservas, por lo que la cantidad actual de reservas probadas ( 8,8 trillones de pies cúbicos), son las mismas que la empresa Shell descubrió y devolvió gratis al Perú en los años 90 del siglo pasado.

Sabía que el gas es estratégico para el desarrollo nacional, por lo que el mandato legal de su masificación (domiciliario, transporte), su transformación (petroquímica, eléctrica, etc.), y redes (gasoducto sur andino y otros regionales) sólo es posible destinando íntegramente las 8,8 trillones de pies cúbicos de reservas probadas de los lote 88 y 56 de Camisea al mercado nacional.

Sabía que para la exportación deben usarse los excedentes una vez satisfecha la demanda nacional, reservas que serán extraídas de nuevos lotes que se exploren, los que tienen mayor precio. Pese a que lo sabía, en su mandato García solo ha avanzado 20 mil conexiones domiciliarias, mientras en Colombia, en tres años, el Estado propugnó y logró que hicieran 5 millones de conexiones domiciliarias.

Sabía que la empresa Pluspetrol sólo suscribe y puede suscribir contratos de ventas en función de los 8,8 trillones de pies cúbicos de reservas probadas de gas. Sabía que el “nuevo” estudio, encargado por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), no tiene valor contractual ni legal, pues no hace cuantificación de campo, sino que se limita a un “estimado” hecho al ojímetro y desde el escritorio, con lo que las reservas se inflan hasta 11,7 trillones de pies cúbicos. Esto es desinformación y propagandas puras.

Sabía que, el ducto del gas de Camisea, que todos los peruanos financiamos en nuestros recibos de luz con más de US$ 400 millones, está destinado al mercado interno, y no podía usarse para transportar gas para la exportación hasta el año 2014, por mandato del literal 9.6 de la cláusula 9 de Contrato Boot de Transporte de Gas. Sabía que su Gobierno, en el 2007, apañó el ilegal acuerdo de TGP (transportadora) y Perú LNG (exportadora), de usar el ducto para exportar el gas desde el 2010. Sabía que ante la consulta de Osinergmin, la consultora Payet Rey Cauvi, respondió claramente en diciembre del 2009: “el Concesionario de transporte del Contrato Boot se encuentra imposibilitado de transportar gas que no provenga del Lote 88 durante el plazo de diez (10) años contados a partir de la puesta en operación comercial del sistema de transporte. El transporte de moléculas de gas que no provienen del Lote 88 constituirá un incumplimiento de los términos contractuales previstos en el Contrato Boot y en el Contrato de Licencia”. Sabía que el MEM hasta tres veces, como Pedro negando la realidad, trató de imponer un cambio de opinión, lo que no logró, y fue entonces que buscó otro estudio, “amigo”, para cubrir la ilegalidad.

Sabía la trama empresarial de Repsol, Hunt Oil y BGgroup en la organización del negocio de la Licuefacción del Gas (convertirlo en líquido para transportarlo y luego regasificarlo) en el mundo y especialmente Suramérica y Perú. Sabía que estas empresas impulsan dos plantas de licuefacción: una en Trinidad y Tobago y otra en Perú. En Trinidad y Tobago (19 trillones de pies cúbicos con 1.3 millones de habitantes), se llama “Atlantic LNG”, con 4 trenes de licuefacción, y en Perú (8.8 trillones de pies cúbicos cuya exportación del 47% desabastece a población de 28 millones), es “Perú LNG” y está localizada en Melchorita. Repsol quiso hacer negocio de exportación con el Gas de Bolivia y no pudo. Se vino a Perú. Compraron Pluspetrol para capturar el lote 88. En el Gobierno de Toledo-PPK, logra que le adjudiquen -a dedo- el lote 56, corrompiendo a altos funcionarios, obtienen un contrato ilegal para exportar el 47 % de la reserva probada de gas de esos lotes. Destinan para México 2.4 trillones de pies cúbicos y dejan 1.8 trillones de pies cúbicos para “otro destino”. Imponen el monopolio en la ilegal exportación. Y, además, obtiene el precio más bajo del Gas, desembolsa una ínfima regalía, y no paga impuestos por la exportación.

Sabía García que el destino del gas exportado esta definido por el circuito empresarial de Repsol y BGroup. La movilización ciudadana derrotó el 2005 el ducto Pisco-Tocopilla, que quiso imponer PPK, derrota por la cual me planteó una querella por supuesta difamación al señalar su acción lobbysta, reclamando un millón de soles y restricciones a mi actuar ciudadano, lo que todavía esta pendiente en la Corte Suprema. Ante esta derrota, cambiaron hacia la licuefacción, para llevar el gas de Camisea a Chile y Argentina, ante la soberana decisión del plan energético de Chile de pasar a esta nueva forma de abastecimiento de energía, tras la crisis con Argentina y las dificultades con Bolivia. Sabía que Repsol y BGruop diseñan, construyen y operan este negocio de escala continental-global. BGroup tiene el 40 % de acciones del consorcio privado-estatal, que impulsa en Chile las ya construidas Plantas de Regasificación (Quintero y Mejillones), y posee contrato exclusivo para abastecerlas de gas y manejar las plantas de regasificación. Sabía que Repsol y BGroup, tienen el control del circuito empresarial, pues manejan las plantas de licuefacción abastecedora de Trinidad y Tobago y la de Melchorita en Perú. Sabía que la distancia entre Trinidad y Tobago -en el Atlántico- hasta Quintero (Chile) -en el Pacífico- es 6 veces mayor que la que existe entre Pisco (Perú) y Quintero (Chile), ambas en el Pacìfico. Sabía que la Planta de Manzanillo en México recién estará lista el próximo año y que en el ilegal contrato exportador existen 1,8 trillones de pies cúbicos con “otro destino”. Sabía que el Precio del Gas en Chile es más del doble que el pactado por el Perú con México. Sabía que al monopolio le bastara hacer un “canje en alta mar” para cerrar un negocio ruin contra el Perú.

Sabía García, asimismo, que la empresa exportadora recibirá un gas seis veces más barato que el que recibe el consumidor nacional. Le costará 0.53 centavos de dólar por cada millar de pies cúbicos, mientras que el local paga 3.21 centavos de dólar por cada uno. El gas para las centrales eléctricas se vende a US$ 1.50 por millar pies cúbico, mientras que los industriales pagan US$ 2.50 por millar pies cúbico. Es decir, que el consumidor peruano que ha financiado la red del gas pagará más que el exportador que no ha puesto un solo centavo.

Sabía, también, que el Monopolio pagará por Regalías al Estado, por cada barco metanero, la suma de US$ 767,399, y sabía, de igual manera, que esos barcos pueden arrojar unas ganancias en cada viaje de US$ 41 millones.

Sabía que la posible sustitución de la energía gasífera que se exportará con los 4,2 trillones de pies cúbicos de Camisea, la cubrirá el petróleo, que está a US$ 84 el barril, lo que significa, que en los 18 años de exportación, los peruanos deberemos pagar US$ 43 mil millones en crudo que hubiéramos evitado de no haber vendido el gas que no nos sobraba.

AUTOR : Manuel Danmert Ego Aguirre
FUENTE : PODER CUIDADANO

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