América Latina – Unión Europea: ¿Cumbres y Cambios?



En medio de la más dura crisis desde que se creó la UE, esta semana se realizó en Madrid la IV Cumbre América latina Unión Europea. Muchos temas en agenda, pero la foto final ha sido el anuncio de consolidar TLCs con AL: se retomarán las negociaciones de un TLC con el MERCOSUR, se rubricó el TLC con los Andinos, y entre gallos y media noche, cerraron -en tiempo récord- las negociaciones del TLC con Centro América.

Estos hechos confirman la tendencia iniciada ya hace un tiempo: una Europa cada vez más agresiva en materia comercial, que bajo el mandato “Europa Global compitiendo en el mundo” cambia su rol en el escenario internacional. La Europa del Estado Social, con la agenda de los derechos y la gobernabilidad democrática, viene perdiendo por goleada ante la Europa Global y la agenda de los intereses económicos de las trasnacionales europeas. Europa, hoy apretada con la crisis y urgida por competir con la China y Estados Unidos, entra agresivamente a la disputa del mercado latinoamericano y está dispuesta a todo por ganar esta batalla.

Con la apuesta por los TLC, la UE abandona el régimen del Sistema General de Preferencias (SGPplus) hoy vigente para países en vías de desarrollo como Perú, que constituye valioso instrumento de desarrollo en el que el comercio con países menos desarrollados que tenía en cuenta las asimetrías. Así nuestro país, a cambio de cumplir con estándares de derechos humanos, laborales, ambientales, anticorrupción, tiene un acceso preferencial al mercado europeo, que actualmente nos permite que el 90% de nuestras exportaciones entren libres de aranceles.

Con el TLC, la pequeña mejora del acceso a de nuestras exportaciones a la UE nos sale demasiado cara. Para mejorar algunos puntos (99%), nosotros debemos liberalizar el 70% de las exportaciones europeas al Perú, preferencia que antes no tenían y que suponen una importante reducción de ingresos estatales por la eliminación de aranceles. Por si fuera poco, nuestros países deben asumir fuertes compromisos en propiedad intelectual, liberalización de servicios, entre otros. Abandonar el SGP para asumir un TLC, es un negocio para la UE no para nuestros países.

Pero el retroceso también se da en materia de derechos humanos y los principios democráticos en la relación bilateral. La urgencia por cerrar los TLC, ha hecho que la UE termine reconociendo al cuestionado gobierno de Porfirio Lobo en Honduras, o probablemente sea quien otorgue el primer TLC a Colombia (cosa que no hicieron ni Canadá ni los EE.UU.) por las denuncias de asesinatos a sindicalistas. Los cambios en Europa son malas noticias para el mundo, y peores para los países menos desarrollados.

AUTOR : Alejandra Alayza M
FUENTE : DIARIO LA PRIMERA

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