Las exportaciones peruanas: destinos y perspectivas


En los últimos tiempos las exportaciones peruanas han mostrado una performance bastante positiva, en especial gracias al auge en los precios de las materias primas y commodities exportados tradicionalmente por el Perú. En ese sentido, para realizar pronósticos sobre la evolución de dichas exportaciones, además de analizar su dinámica interna, es preciso estudiar cuales serán las tendencias de la demanda de los países destino de nuestros productos. El siguiente gráfico muestra los diez principales receptores de las exportaciones peruanas, el cual aprovecharemos para indagar las perspectivas de las mismas.



Como era de esperarse Estados Unidos y China son los principales destinos, sin embargo, es necesario hacer algunas aclaraciones respecto a la naturaleza de las demandas de ambas. En el caso de EE.UU. gracias al boom de la construcción, la demanda de minerales se comportó al alza, empero, tras la retracción de dicho sector las exportaciones a dicho país han caído considerablemente en lo que va del año. En el caso de China, además de minerales, es el principal demandante de la harina de pescado peruana, cuya producción tiene límites de crecimiento y sufre de una muy alta volatilidad.

La demanda de Suiza se dirige hacia al oro, debiéndose más a la conveniencia de los traders que a la dinámica de la economía Suiza, recuérdese que hace algunos años los mismos traders preferían tener a Inglaterra como el destino de sus operaciones. La composición de la demanda canadiense es similar a la de EE.UU., no obstante, su potencial de crecimiento es limitado.

Llama la atención ver a Chile como uno de los principales destinos, demanda básicamente molibdeno y cobre, para sus fundiciones y refinerías, es decir sería una suerte de intermediario de nuestros minerales, por lo que el futuro de estas exportaciones está relacionado con el futuro de las demandas de la industria y de la construcción, ambas con gran varianza y hoy aparentemente en una situación difícil.

Sobre los demás países, por sus tasas bajas de crecimiento y por sus mercados relativamente más modestos, resulta poco probable que generen una expansión significativa de la demanda.

En conclusión, no pequemos de optimistas, es cierto que la situación de las exportaciones es favorable, pero también es verdad que dicha bonanza es sumamente frágil, por lo cual, de no seguir estrategias de diversificación o análogas que nos protejan ante contingencias desfavorables, somos vulnerables a sufrir –valga el oxímoron- una de las más grandes e inesperadamente previsibles crisis.

AUTOR : NIKOLAI ALVA
FUENTE : COYUNTURA ECONOMICA

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