¿En defensa del Modelo neoliberal?
¿Cuál es el modelo neoliberal y por qué no puede desarrollar la economía peruana y resolver los problemas de las grandes mayorías?.
En primer lugar, la economía de mercado no tiene una única forma de funcionamiento. En el mundo actual existen diversas formas en que funciona la economía de mercado.
El neoliberalismo es una de esas formas y plantea que la participación del Estado debe estar reducida al mínimo, pues su intervención afectaría el funcionamiento del mercado y generaría ineficiencias que afectarían al crecimiento económico.
El Neoliberalismo como modelo
Este es una ideología universal y se la encuentra en todos los países tanto en los desarrollados como en los subdesarrollados y dependientes. Sin embargo, en los únicos países en los cuales se manifiesta como modelo económico es en los países subdesarrollados y dependientes. La razón es que en estos países, el Estado es débil y casi inexistente. El poder económico corrompe al Estado y “captura” a los funcionarios. La ideología neoliberal que sostiene que el Estado (corrompido por los beneficiarios de esa ideología) es corrupto y que por ello debe reducirse aún más, encuentra su máximo desarrollo en países atrasados como el nuestro. En estos países, la regulación o es pobre o es inexistente, el Estado está prohibido de incursionar en la actividad económica y sirve de apoyo a los poderes económicos para que estos incrementen sus utilidades, con lo que se restringe su capacidad de desarrollar y profundizar los mercados. En el comercio exterior, se propone la liberalización unilateral y, últimamente, los llamados TLC´s que no son sino acuerdos bilaterales inequitativos entre grandes potencias económicas y países pequeños como el nuestro. Si la ideología general considera permisible la participación del Estado cuando existen las llamadas “fallas del mercado”, en los países donde el neoliberalismo existe como modelo no se aceptan ni siquiera esas consideraciones. En ellos se considera más bien que esas fallas permiten y facilitan el surgimiento y crecimiento de los que serán los capitanes de industria, que deberán conducir al país al desarrollo. El modelo económico neoliberal es un remedo del funcionamiento de las economías europeas del siglo XVIII y XIX.
Keynes y el inicio de la lucha contra el Neoliberalismo
Las conquistas democráticas, en todos los países, han ido transformando al modelo neoliberal.
El primer anti-neoliberal en la historia del pensamiento económico fue Keynes. En la primera página del primer capítulo de su libro La Teoría general del empleo, el interés y el dinero, escribe que desde el título escogido es “para contrastar el carácter de mis argumentos y conclusiones con los de la teoría clásica”. Él, cuyo objetivo fue salvar a la economía de mercado, afirma en seguida, que la “teoría clásica” es aplicable a sólo un caso y “las características de ese caso especial no son los de la economía en la que vivimos actualmente, con el resultado de que sus enseñanzas son erróneas y desastrosas si tratamos de aplicarlas a los hechos de la experiencia”. Es decir, el desarrollo social y económico había convertido a esos planteamientos de los siglos XVIII y XIX en obsoletos e inadecuados. Las propuestas neoclásicas ya no correspondían a la realidad. El odio de los neoliberales contra Keynes es conocido.
El desarrollo de los sindicatos constituyó un golpe a la economía “clásica” [1] que sostenía la “libre contratación”, la que ocultaba el real poder monopsónico de los empresarios sobre los trabajadores. Este es uno de los puntos que los neoclásicos quisieran resucitar, pues, para ellos, sin sindicatos y contratos laborales de mediano plazo, el mercado global funcionaría perfectamente y los precios se ajustarían inmediatamente.
A nivel político-social, el desarrollo de la democracia que acompañó al crecimiento de las ciudades y al desarrollo de la gran industria, fue otro golpe a la ideología “clásica”. La democratización de las sociedades hizo indispensable la creación de mecanismos institucionales que atenuaran los ciclos económicos, pues una sociedad democrática no podía subsistir con grandes niveles de desempleo. Es decir, tenían que ayudar y, en algunos casos, sustituir al mercado para que la economía de mercado funcione adecuadamente.
El modelo Neoliberal es propio de países subdesarrollados, pero en países desarrollados pueden haber medidas y/o políticas neoliberales
En Europa la transformación forzada sobre el modelo ha sido tan significativa que es imposible decir que en ella existe como modelo esta versión de la economía de mercado. Allá la educación pública es universal y obligatoria, y es mejor que la educación privada; también la salud pública es un derecho universal. Los sindicatos son parte de la institucionalidad del Estado. La regulación bancaria, financiera, de consumo, etc., también lo es.
Sin embargo, sí es posible decir que allá, con frecuencia, se pueden proponer y se aplican algunas políticas o medidas neoliberales. Por ejemplo, los países nórdicos, en los últimos 20 años, han aplicado políticas económicas que implicaron alguna reducción en los ingresos tributarios y un menor gasto fiscal. Sin embargo, nunca se les ocurrió, por ejemplo, reducir fuertemente dichos ingresos y proponer la paulatina e indirecta privatización de la educación pública (o de la atención pública de la salud), reduciendo drásticamente los fondos destinados a ella. Algo similar es válido para Alemania, Francia, Inglaterra (a pesar de Thatcher), etc. Una sociedad de ciudadanos no puede permitir eso.
Por esto, el modelo neoliberal es propio únicamente de países poco democráticos, con habitantes con derechos ciudadanos reducidos, con economías y Estados frágiles pero con algunas relativamente grandes inversiones privadas, tan grandes como para hacer posible que “capturen” al Estado. Es decir, el modelo neoliberal como tal solo es aplicado y defendido en países subdesarrollados.
El desarme paulatino del modelo neoliberal en el mundo
Hay varias conquistas democráticas que han sido incorporadas en el comportamiento de las economías, que hacen menos viable el modelo neoliberal. Estas son medidas o reglas, establecidas para que el Estado pueda garantizar bajo desempleo y estabilidad de precios.Una de estas conquistas democráticas es, por ejemplo, la creación de condiciones (baja deuda pública, ahorro de superávits fiscales en años de auge) e incluso mandatos normados, que hacen necesaria la existencia de políticas fiscales contracíclicas cuando estas seanrequeridas. También parte de estas mismas conquistas es la creación de reglas de política monetaria que hacen posible la minimización de las fluctuaciones del ingreso y empleo en la economía. Esto implica, políticas monetarias que preserven la estabilidad de precios.Estas políticas son establecidas y aplicadas por los Estados, pues el mercado no las implementaría. No olvidemos que los que más sufren con la inflación y el desempleo son los trabajadores y, en sociedades democráticas, los “policy-makers” saben que ellos (los trabajadores) no están dispuestos a soportarlo.
Otra de estas conquistas es el desarrollo de los llamados estabilizadores automáticos, entre los que se encuentra el impuesto a la renta. También la seguridad social es una conquista contra el neoliberalismo. La legalidad de las organizaciones sindicales y su derecho a la negociación de los contratos, con lo que se estabiliza los ingresos de los obreros y empleados, es también parte de las reglas con las que funcionan las sociedades democráticas y son un golpe al neoliberalismo. Toda la política de regulación en las distintas actividades económicas es también parte de estas conquistas en contra de los fanáticos del libre mercado que, en esta época, son los neoliberales. Sólo en países como Perú la regulación de, por ejemplo, los seguros de vida, etc., son laxos, lo que muestra que los derechos ciudadanos todavía no son una realidad completa. Sólo en países como Perú una empresa como Telefónica (bastante grande en relación al tamaño de nuestra economía), puede evadir a una regulación estricta.
¿Qué políticas se aplican en Argentina?
Las malas políticas económicas no son ni neoliberales ni antineoliberales. Lo que ocurre en Argentina no es culpa ni de los planteamientos antineoliberales ni de los que los defienden. Esas son, simplemente, malas políticas económicas. Con toda seguridad, un desarrollo mayor de las instituciones democráticas en Argentina evitaría en el futuro la proliferación de malas políticas, que parece acompañarla desde hace años. No olvidemos que el pueblo no acepta la inflación de precios ni el desempleo.
Cuando alguien como Waldo, sale en “defensa del neoliberalismo” y dice:
“el actual modelo de desarrollo tiene el gran lastre de que no ha logrado que dejemos de ser uno de los países más desiguales en América Latina. Hay una enorme tarea en este campo para la política fiscal, que tendrá que elevar sustantivamente la presión tributaria para poder sostener un gasto público mayor en capital humano e infraestructura”
aunque no se de cuenta, está pidiendo ampliar el rol del Estado tanto para combatir la excesiva inequidad como para fomentar el desarrollo vía el aumento de la inversión pública (en países como Perú, parte de esa inequidad es producida por la política laboral que es un elemento central en la política macroeconómica).
Es decir, Waldo en vez de elogiar al modelo neoliberal está diciendo que este modelo no puede ni acabar con la pobreza ni desarrollar el país. La mayor hazaña de Waldo, por la imposibilidad de la tarea, es proclamarse keynesiano y lanzar vivas al neoliberalismo.
[1] Nombre usado por Keynes para referirse a los que, en pleno siglo XX sostenían que el funcionamiento del mercado era suficiente para enfrentar las crisis y llegar al pleno empleo, es decir, los neoclásicos.
AUTOR : JOSE OSCATEGUI A
FUENTE : ACTUALIDAD ECONOMICA DEL PERU
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