Combustibles sin brújula
El asunto de los combustibles siempre es un dolor de cabeza para los gobernantes, en especial para nuestro ubicuo Presidente de la República, que todo lo sabe, todo lo puede y nada se le escapa. Por ello, las extrañas subidas y bajadas de los precios de los combustibles el 1 de enero como regalo de año nuevo, para luego bajar el 4 de enero en los principales combustibles de uso masivo, ha tenido ya una “cabeza de turco”, en la renuncia del ignaro Presidente del Directorio de PetroPerú Luis Rebolledo, donde por decencia política y profesional debiera ser acompañado por los demás miembros de su directorio, ante la evidente “metida de pata” con los precios de los combustibles, que ha recibido el más enérgico rechazo de los consumidores, transportistas, amas de casa y opinión pública.
Ante la falta de transparencia en la determinación de los precios de los combustibles, costos de producción reales, la importante participación tributaria en los precios de los combustibles que solamente por el selectivo a los combustibles representa más de 4,000 millones de nuevos soles anuales, el efecto cascada y especulativo que tienen los aumentos en los precios de los derivados del petróleo en la vida doméstica como el GLP, en el transporte público (diesel 2 y gasolinas 84, 90), resulta explicable el malestar público, luego de la resaca por los festejos del nuevo año.
Es más, a diferencia de otras oportunidades el Presidente de la República ha justificado los incrementos de los precios de los combustibles, con un desconocimiento digno de mejor causa, soslayando la existencia del Fondo de Estabilización de Combustibles vigente desde el 2004, de las posibilidades en el manejo de los impuestos indirectos que gravan a los combustibles, como el 8% en los rodajes para las gasolinas, el impuesto selectivo a los combustibles que fluctúa entre un S/ 1.44 por galón en el diesel, con un S/ 1.36 por galón en el caso de las gasolina de 84, y de S/ 1.78 para el caso de las gasolinas de 90 octanos. Todo ello sin contar con el impuesto general a las ventas 19% (IGV) que grava todas las ventas de los combustibles, y los impuestos que gravan a las importaciones de crudo y derivados.
De esta forma nuestro mandatario explica “Como usamos los vehículos que consumen petróleo internacional a precio internacional, si subió de 60 a 80 dólares por barril las cosas no pueden seguir igual, porque alguien tiene que pagarlas” (Gestión 7/1/10) Lamentablemente ese no ha sido el razonamiento vigente desde agosto del 2006, cuando se hizo uso y abuso del Fondo de Estabilización.
Precios del crudo WTI
En verdad, no resulta difícil explicar la determinación de los precios de los combustibles, en especial del diesel 2 que resulta el más importante de la economía peruana en cuando a su demanda pues representa el grueso de las ventas de combustibles del país, con una demanda de 76 mil barriles diarios, seguida por la demanda de todas las gasolinas con 25 mil barriles diarios y luego del GLP (gas licuado de petróleo) con ventas de 32 mil barriles diarios, como se podrá observar en el cuadro respectivo. Ver cuadro Estructura de las Ventas de Combustibles en el País.
Se afirma siempre la correlación existente entre el precio del marcador en esta parte del hemisferio: el WTI y los precios de los derivados en el mercado interno. Nuestra dependencia de las importaciones es tal que de cada tres barriles que se refinan en el país, dos son importados, por tanto es verdad que existe una vulnerabilidad frente a los precios de los hidrocarburos, por ello, en el 2004 se aprobó una ley que creaba el Fondo de Estabilización de los Combustibles que actuaba como un mecanismo regulador.
Sin embargo, es necesario hacer una salvedad, las empresas refineras que operan en el Perú sea la estatal PetroPerú o la transnacional Repsol/YPF no importan el crudo de la costa oeste de los Estados Unidos de Norteamérica. Normalmente lo hacen del Ecuador, Colombia o Venezuela, ello representa normalmente un diferencial importante en los precios del crudo que llegaba a los 6 dólares por barril y en el peor de los casos por lo menos más de dos dólares por barril.
Es decir, el precio del crudo que tradicionalmente se importa desde el exterior, es más barato en relación al marcador el WTI que normalmente el Osinergmin adopta para elaborar los llamados precios de referencia. A ello debiera agregarse que desde el 2004 es vigente en el Perú el llamado Fondo de Estabilización de Combustibles que tiene como objetivo central amortiguar y compensar los efectos alcistas de los precios del crudo internacional.
Por ello, desde el 2004 a la primera semana del 2010 se puede observar la tendencia creciente de los precios del crudo internacional estimado por el WTI, llegando a su pico en julio del 2008 cuando arañó los 150 dólares el barril. Los precios promedio del 2004 al 2008 han tenido una subida de 41 dólares, 56, 66, 72 respectivamente, hasta los 100 dólares el barril en el 2008. En el 2009 los precios han experimentado una reducción manteniéndose sobre los 57 dólares el barril en los meses enero/septiembre, para elevarse sobre los 76 dólares en el último trimestre, y trepar sobre los 80 dólares el barril en los primeros días de enero.
Por tanto, en el último trimestre del 2009 en relación al promedio de los trimestres anteriores se han incrementado en casi 20 dólares el barril, es decir en un 33%, por tanto ese incremento debió ser asumido por el Fondo de manera sistemática, paulatina, de a pocos, y no hubiese sucedido el “papelón”.
Evidentemente esta ha sido la explicación oficial para un incremento de los precios de los derivados, que no ha tenido en cuenta los efectos directos e indirectos y sobre todo políticos, de un alza que ha sido aprovechada por los especuladores de siempre, pero que era innecesaria y sin el debido sustento técnico.
Estructura del diesel 2
Si se analiza el cuadro sobre la Estructura de Precios del Diesel 2 desde el 2005 al 4 de enero del presente año, se podrá observar que los precios netos de refinería según el listado de PetroPerú, en el 2005 eran de 6.95 nuevos soles por galón superiores a los vigentes el 1 de enero del 2010 y los rebajados del 4 de enero, que fueron respectivamente de 6.27 y 5.97 nuevos soles por galón respectivamente.
En relación a los precios vigentes hasta diciembre del 2009 del diesel 2 que fueron de 5.67 nuevos soles por galón, un incremento de 0.60 centavos en el precio neto con impuestos representaba una variación del 7.7% al pasar de 8.46 nuevos soles a 9.17 el galón, es decir, un alza de 0.71 centavos, que manteniendo los márgenes comerciales de las estaciones de servicio podría llegar a un incremento de un nuevo sol por galón, lo que significaba una fuerte subida para la flota de carga, transporte público o a un modesto taxista.
Por ello, ante las enérgicas protestas de los consumidores, el grave malestar social que incluye la amenaza de un paro general de transportistas para el 19 de enero, el gobierno tuvo que recular modificando el listado de precios de PetroPerú, disminuyendo el incremento inicial, pasando el precio neto del galón de 6.27 a 5.97 nuevos soles por galón, es decir, una reducción de 0.30 céntimos, lo que significa una variación del 4.7%.
En verdad, por la falta de transparencia y comunicación se ha perdido una oportunidad para explicar a la comunidad la importancia de manejar el impuesto selectivo al consumo en función de la nocividad del combustible, pues PetroPerú está importando miles de barriles de diesel 2 con 50 partes de millón de azufre a precios más altos, y el selectivo sería el mismo de 1.44 nuevos soles por galón, para el diesel contaminante como al diesel limpio.
Esta situación si bien demuestra la importancia de PetroPerú como una empresa reguladora del mercado, también demuestra los excesos que se producen en el manejo político de los precios que atentan contra la racionalidad económica empresarial. Sería relevante como política de Estado que los cuadros dirigenciales de las empresas públicas como PetroPerú no sean acólitos de los gobernantes de turno.
Es también la oportunidad para convocar a los mejores técnicos que tiene el país, con la debida probidad, experiencia y profesionalismo que no siendo apristas podrían administrar a la petrolera estatal como los ex presidentes de PetroPerú, Jorge Kawamura Antich, Alejandro Narváez Liceras o Juan Inchaústegui.
Lamentablemente lo que no pudieron conseguir las políticas privatizadoras de los años noventa, lo ha logrado el gobierno del doctor García Pérez, al sumir a PetroPerú en una agencia del poder ejecutivo, sin la debida autonomía, sin integración vertical, carente de producción petrolera, sin grifos propios, y con serias denuncias de corrupción.
Por último, se objeta que el Fondo de Estabilización constituye un indiscriminado subsidio para “los de arriba y de abajo”, en razón de la interdependencia material respecto a los combustibles, de allí la necesidad de afinar y discriminar racionalmente, para subsidiar los combustibles de consumo masivo y popular. Es más, aquellos que critican la vigencia del Fondo de Estabilización no se fijan en las generosas exoneraciones que tiene la gran minería que no abona regalías o las empresas eléctricas que no pagan el impuesto selectivo al consumo del diesel 2. Por todo ello, se debe mejorar, y afinar la regulación en el mercado de combustibles, para evitar alzas indiscriminadas y excesivas ganancias especulativas.
AUTOR : JORGE MANCO ZACONNETI
FUENTE : www.zaconneti.com
AUTOR : JORGE MANCO ZACONNETI
FUENTE : www.zaconneti.com
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